¿Es un objetivo inalcanzable, la garantía total de la inocuidad en los alimentos?

Sabían que la inocuidad de los alimentos engloba acciones encaminadas a garantizar la máxima seguridad posible de los alimentos. Por tal motivo las políticas y actividades que persiguen dicho fin deberán de abarcar toda la cadena alimenticia, que va desde la producción hasta el consumo.
en los últimos años se han reportado un gran numero de enfermedades ocasionadas por alimentos en mal estado; de aquí surge la pregunta es un objetivo inalcanzable la garantía total de la inocuidad de los alimentos?

Estudiantes en la licenciatura en Agroecología Opinan lo siguiente:

Emilio Vazquez Lopez
Debe considerarse a un alimento inocuo cuando existe la seguridad razonable de que en el, no descienden perjuicios de su consumo, o de las condiciones adecuadas en los diferentes procesos por lo que tendría que pasar. La inocuidad es apreciada como la esencia en la calidad de los alimentos, el cual no puede ser evaluada en el momento del consumo, debido a que por lo general, no se producen cambios significativos en la apariencia del producto.
La inocuidad también garantiza que el consumo de los alimentos, no causará efectos negativos en la salud de los consumidores. Por ello, es indispensable tomar en cuenta que el proceso  de cultivo, industrialización, preparación y consumo, debe cumplir con las buenas prácticas higiénicas. Sin embargo, es difícil medir el grado de contaminación de las maquinarias, herramientas o utensilios para su preparación.
Es importante mencionar que el involucramiento de los distintos eslabones de la cadena alimentaria, como objetivo común de lograr alimentos inocuos, debe dejar en claro la responsabilidad de la ciudadanía al momento de seleccionar los productos alimenticios, o de los ingredientes a utilizar para su total preparación. Pero en si, la única manera de lograr que un alimento sea inocuo, es trabajar desde el campo, el mar, la industria, el comercio, o hasta la mesa del consumidor cumpliendo con las buenas prácticas en el procesamiento de alimentos, estos procesos para el ser humano serían complicados al tomar una decisión general durante su procesamiento. Sin embargo, trabajar en quipo es la manera adecuada de cuidar que los alimentos sean inocuos.
Es claro que la responsabilidad primaria por la inocuidad alimentaria, recae en aquellos que producen, procesan y comercializan alimentos ya que se aprecia que es su principal obligación de asegurar que estos sean inocuos. A pesar de ello, muchas empresas descuidan este aspecto de vital importancia, lo cual puede presentarse en daños a la salud de los consumidores.
Por otro lado, los estudios en animales de consumo  por el ser humano, son un elemento importante en la evaluación de la inocuidad de muchos compuestos; como sustancias farmacéuticas y forrajes  utilizados como alimento, ya que estos son algunos considerados de suma importancia en el bienestar corporal o alimenticio de los animales. Esto con el fin de obtener alimentos de buena calidad para las personas.
En caso de no ser considerado como un tema de alta prioridad, la inocuidad puede convertirse en un problema de salud pública como son las enfermedades derivadas por el consumo de alimentos, esto se debe a errores cometidos principalmente en los hogares, la educación de los consumidores resulta esencial para su total conservación de los alimentos inocuos, entonces; de nada sirve que las empresas o el trabajo realizado en el campo se lleven acabo las buenas prácticas en el proceso de elaboración, si los consumidores al momento de su preparación descuidan la higiene adecuada.
Por otro lado, es fundamental recalcar que las fallas en la temperatura durante su elaboración, la contaminación por los consumidores de alimentos quienes son considerados los que atribuyen a la deficiente higiene personal de los manipuladores de alimentos., estos aspectos influyen en conocer la calidad de los alimentos. Entonces, para asegurar la inocuidad de los alimentos se requiere además la colaboración y la educación de todas las personas involucradas durante el proceso, convirtiéndose la capacitación en una fase esencial para la garantía de la inocuidad en los alimentos.
Resulta interesante garantizar la calidad sanitaria e inocuidad de las instalaciones que ofrecen alimentos; como por mencionar los restaurantes y cocinas comunitarias, previniendo de esta manera las enfermedades transmitidas por  los colaboradores,  pues su repercusión no solo constituye una afectación grave para la salud del consumidor, sino que también influye de forma negativa en la percepción del cliente al momento de seleccionar los productos o los alimentos preparados, incidiendo finalmente en la imagen de la instalación donde se comercializan ciertos productos alimenticios.
El cumplimiento de las prácticas se debe realizar sobre la base de las normas sanitarias y los principios generales de higiene de los alimentos, donde se deben considerar la cantidad y calidad del agua, los residuos sólidos y líquidos, la higiene y la salud de los empleados, por lo cual es necesario desarrollar la educación sanitaria de estos., así como el control de todos los procesos, los productos terminados y todo lo que directa e indirectamente tiene relación con la calidad sanitaria de los alimentos.
Cuando se deseen más garantías de inocuidad, quizá sea necesario suplementar los métodos analíticos tradicionalmente utilizados en la evaluación de constituyentes de los alimentos, como proteína total, grasas, fibra y micronutrientes, o mediante otros análisis encaminados a determinar efectos inesperados en los nutrientes que pueden repercutir en la ingesta alimentaria y en la salud del consumidor.
Es difícil establecer la inocuidad absoluta en los alimentos, por lo que se considera como un objetivo inalcanzable para cualquier alimento. Debido a que se debe tener en cuenta los aspectos agronómicos, genéticos y químicos, pues sólo se puede hacer una evaluación objetiva de la inocuidad cuando todos ellos sean tomados en cuenta. Lo que podría proponerse más bien, es garantizar que un alimento así como cualquier sustancia que haya sido introducida en él,  debe ser evaluado por parte de los trabajadores y del consumidor.

Jorge Alberto Enriquez Mariño
A la premisa de: si es posible o alcanzable el poseer una garantía total de la inocuidad de los alimentos que son producidos, mi opinión personal, es bastante clara y concisa. Es físicamente imposible alcanzar una garantía total, no solo a nivel nacional sino mundial siendo en realidad la verdadera cuestión, a mi parecer, que la mayoría de los alimentos producidos cumplan con los reglamentos establecidos de inocuidad.
Mi opinión se basa, en una deducción muy simple en la cual se considera que los mercados son tan grandes, como lo es las extensiones territoriales o la diversidad cultural de la gente, siendo más específicos, existe gente corrupta que sin importar el estado de la unidad o el producto en cuestión lo encubren con tal de percibir los ingresos económicos que estos hayan invertido, de igual forma controlar toda la producción a nivel internacional, nacional o local, es una tarea tan titánica que es prácticamente imposible estar 100% seguros que toda la producción que se realiza en los sistemas productivos, durante toda la cadena de producción, comercialización, etc., estará apegada y será completamente fiel al reglamento de sanidad e inocuidad, todo ello considerando también, la muy importante educación recibida de los trabajadores, productores, inspectores, etc., en sus casas, todo ello para discernir entre realizar un buen trabajo como se debe sin recurrir a la corrupción, ni nada que se le parezca.
Es cierto que sin considerar muchos factores, sería posible lograr la inocuidad alimentaria total, ya que “técnicamente” es lograble, ya que una idea lógica es: si algunos productores lo logran, ¿porque no han de lograrlo el resto? Esto me parece relativamente absurdo, ya que vivimos en un mundo muy complejo y diverso donde, en el caso de las variables biológicas, los focos de infección presentan un rango alto de acción. Esto es más simple si se entiende que, aunque se tomen las medidas de precaución más severas, siempre habrá factores que varíen y que alteren los planes previstos.
Eso sin contar todos los factores económicos, sociales y ambientales presentes, puesto que estos juegan un papel muy importante para la inocuidad de los alimentos, y sin importar la cantidad de gente que esté trabajando en regular o prevenir la infección de los alimentos son humanos y no se asegura un acierto en 100% de que todo se esté realizando tal y como se debe, un individuo no puede inspeccionar planta por planta para estar seguro, ni siquiera los controles de calidad son tan rigurosos, sino que se basan principalmente en la estadística.
Es por ello que yo asumo, la posibilidad de asegurar que un alto porcentaje de los alimentos que ingerimos estarán inocuos, no es un 100%, no es el total de toda la producción, solo será una buena parte, he incluso para ello, se tendría que dar un cambio radical a las industrias, a las personas encargadas de monitorizar esto y a los mismos productores.

Osiel Azriel Gongora Cen
En los últimos años la población mundial ha crecido aceleradamente, debito a esto el sector agrícola y el sector agropecuario han enfrentado  transformaciones profundas. Esta situación implica un incremento en los cultivos y en la crianza de animales dedicados a la producción de alimentos. Esto debe ser complementado con una producción de alimentos acorde a las exigencias de los mercados, siendo la calidad y la inocuidad dos de los principales atributos que rigen la oferta y la demanda de los productos a nivel mundial.
En las últimas dos décadas el tema de la inocuidad alimentaria ha ido creciendo de manera importante, debido al fuerte impacto que tiene sobre la salud de la población. El incremento de las enfermedades transmitidas por los alimentos y la aparición de nuevos peligros provenientes de origen alimentario, los cambios rápidos en la tecnología y elaboración de alimentos, son dos factores que explican la inclusión de la inocuidad de los alimentos. Debido a esto algunos países han optado y aplicado normas completas sobre la calidad y la inocuidad de los alimentos.
A inicios de la década de los setentas se creó un marco normativo internacional denominado codex alimentarius que elabora normas, directrices y códigos destinada a proteger la salud de los consumidores. Sin embargo es importante destacar que en México la cultura de inocuidad de los alimentos requiere ser reforzada en todos los niveles de producción de los mismos, desde el campo hasta la mesa. Con la educación adecuada y suficiente en cada uno de los participantes de la cadena alimentaria se tomará conciencia de las acciones necesarias para garantizar la prevención y la salud de las personas.
Sin embargo como se mencionó al principio la población mundial sigue incrementando, por tal motivo la producción se hace de manera masiva, con la finalidad de satisfacer las necesidades alimentarias de la población, debido a esto varias empresas dejan de lado el tema de la inocuidad, buscando una producción rápida y rentable, debido a esto desde mi punto de vista, si es inalcanzable la garantía total de la inocuidad de los alimentos.
Actualmente hay un aspecto ignorado por mucha gente en la producción de alimentos, llamado quimicalización ya que se emplean sustancias como abonos químicos como nitratos y fosfatos, pesticidas, herbicidas, hormonas que aceleran el crecimiento de las plantas y animales, aspectos que excluyen la inocuidad de los alimentos.
Se sabe que una gran gamma de químicos ha sido prohibida después de ver los efectos devastadores en la salud humana, sin embargo en la producción de alimentos en México aún son utilizados y muchas veces no de la manera adecuada, ya que no se utilizan las dosis exactas para lograr la producción, de igual manera estas sustancias actúan también sobre los tejidos animales y producen envenenamiento general, mutaciones en los genes e incluso tumores malignos, este es uno de los factores que limitan la garantía total de inocuidad de los alimentos, ya que muchas veces consumimos estos productos, sin preguntarnos de donde provienen y como son producidos.
Cabe recalcar que con la educación adecuada y suficiente en cada uno de los participantes de la cadena alimentaria se tomará conciencia de las acciones necesarias para garantizar la prevención y la salud de las personas, así como la capacitación de pequeños y grandes productores, en el ámbito de sanidad e inocuidad de la producción de los alimentos.

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